El coordinador del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), Fernando Simón, ha insistido en que la mascarilla para prevenir el contagio del coronavirus es "muy recomendable", pero ha añadido que habrá que considerar las "excepciones de uso" si finalmente el gobierno español la hace obligatoria, además de reiterado que la mejor medida de seguridad es la distancia interpersonal de dos metros.
Simón ha indicado que hay "más factores que los meramente técnicos" que un gobierno tiene que valorar para decidir la obligatoriedad y que él no puede hablar en nombre del ejecutivo, sino que se limita a trasladar a los medios la posición de los grupos de técnicos en los que participa.
El responsable del CCAES, como había hecho en anteriores comparecencias, ha recordado que las personas con determinadas patologías y los niños más pequeños presentan "condiciones personales" que justifican excepciones a la eventual obligatoriedad de la mascarilla, y que se tendrían que "valorar" a la hora de definirla.
En cuanto a las cuarentenas de dos semanas para las personas que llegan ahora a España, Simón se ha referido a la importancia de evitar "posibles reintroducciones" del coronavirus que afecten a una evolución que considera "muy favorable".
Sobre los cambios de fase de desconfinamiento, Simón ha recordado que se estableció un plan "orientativo" y que si las cosas dejaran de evolucionar como hasta ahora, tendrían que cambiarlo. Asimismo, ha indicado que la previsión es que los cambios de fase tengan lugar cada 15 días y que sean por provincias, pero no son marcos rígidos.
Simón, por otro lado, ha asociado un incremento de contagios detectado en "algún hospital" en menores de 10 años a las "oscilaciones habituales" de esta fase epidèmica, y no al regreso de los niños a las calles, si bien tampoco ha descartado del todo esta posibilidad. El supuesto incremento asociado al regreso de los niños a las calles "se tendría que haber observado hace casi una semana", y asegura que no ha sido el caso.
