Si el Plan Director se acaba aprobando tal y como está ahora, supondrá la eliminación del 50% de las viviendas que actualmente se podrían construir en la Costa Brava. Esto quiere decir que se evita la construcción de hasta 15.000 viviendas y se reduce en más de 1.000 hectáreas la superficie donde se podría edificar.
Quedan eliminados o modificados algunos de los proyectos urbanísticos más polémicos, como por ejemplo el de la cala de Aiguafreda, en Begur. En Roses, con el planeamiento actual se podrían llegar hacer hasta 6.000 viviendas nuevas. Con la nueva normativa, se quedarían con poco más de 900. Es uno de los municipios que el Plan Director toca de lleno. Pero también Pals, Lançà, Cadaqués o Begur… 17 municipios del litoral gerundense ven afectados con mayor o menor medida su planteamiento.
Ahora se abre un periodo de alegaciones. Y hasta que el Plano Director no se haya aprobado definitivamente -como máximo de aquí a un año-, sigue en vigor la moratoria aprobada a principios de año.