El editor Oriol Soler (grupo SOM) es, desde hace años, uno de los cerebros estratégicos fundamentales del proceso soberanista e ideólogo del 1-O, pero siempre se esconde detrás las cortinas cuando las cosas se complican. Profeta vehemente de las virtudes del marketing e independentista militante –procede de las filas del Moviment de Defensa de la Terra (MDT)-, Oriol Soler fue, por ejemplo, el artífice de la campaña de Junts x Sí y a él se le atribuye la autoría del documento Enfocats, donde se hacía una detallada planificación de los pasos a seguir para conseguir la secesión de España.
Gran creador de eslóganes de propaganda política y muy bien conectado con la cúpula de ERC y de Òmnium –su pareja, Marina Llansana, es vicepresidenta segunda de la entidad- este activista, que se reunió con Julian Assange cuando permanecía encerrado en la embajada de Ecuador en Londres, es también uno de los padres del misterioso Tsunami Democrático. No es ninguna suposición, lo manifiesta él mismo en uno de sus últimos tuits: "Aceptar con la naturalidad con la que lo estamos haciendo que @tsunami_dem es terrorismo, es mortal. Por eso hace falta que el 9N sea un éxito, una fiesta, un día inolvidable. Si hacemos visible que Tsunami somos todos, las entidades, la cultura… haremos inviable la acusación de terrorismo", afirma.
Oriol Soler es un experto en lanzar la piedra y esconder la mano. Los condenados por el 1-O son unas tristes víctimas de su impactante verborrea. Cuando ha constatado que el CNI está moviendo todos los hilos para averiguar quién hay detrás del Tsunami Democrático y la justicia ha ordenado el cierre de sus webs bajo la acusación de promover actos de "terrorismo", a Oriol Soler se le han puesto por corbata y ahora intenta sacar hierro a las movilizaciones anunciadas para el día previo a las elecciones del 10-N –que, supuestamente tenían que acabar con la invasión de colegios electorales para sabotear las votaciones- reduciéndolas a "una fiesta", eso sí, “inolvidable”.
De ninguna manera quiere arriesgar su tren de vida ni su nueva familia y tiene pánico a que pueda acabar siendo descubierto e imputado. Por eso, en este tuit asume que él es el Tsunami Democrático, pero –al contrario que la operación de bloquear e invadir el aeropuerto de El Prat- ahora delimita los actos programados para el día 9-N a una expresión festiva de "las entidades, la cultura…" para impedir que prospere la acusación de terrorismo. Oriol Soler es un experto en preparar los artefactos y encender la mecha, pero tiene la habilidad de no estar nunca en primera fila cuando estalla y deja que pringuen otros. Ahora que ve las orejas al lobo, se arruga.
