Iniciativa per Catalunya Verds (ICV) sopesa entrar en concurso de acreedores, paso previo a su disolución. El partido creado en 1987 y que lideran en este momento David Cid, Marta Ribas y Ernest Urtasun tiene graves dificultades para hacer frente al pago de los gastos y la deuda que acumula.
A pesar de que todavía no ha tomado una decisión formal, ICV ha explicado a su militancia la crisis económica que atraviesa, que obligará a tomar medidas.
Dos circunstancias han sido determinantes para las dificultades financieras de la formación: una deuda bancaria que en 2017 era de 10,2 millones de euros y, en paralelo, una disminución de los ingresos por representación obtenida.
La dirección asegura que a estas alturas la deuda es de 9 millones de euros y que, de momento, la formación está al corriente de pago tanto de las nóminas u de las entidades financieras.
La situación de emergencia de la caja de ICV coincide con una crisis de Catalunya en comú -partido del cual forman parte y en el cual se integraría su militancia en caso de disolución- a raíz de los resultados adversos a las elecciones españolas y municipales, a pesar de haber conseguido conservar la alcaldía de Barcelona.
