Tres bancos del Coprincipado de Andorra han servido para canalizar los sobornos que la constructora brasileña Odebrecht pagó, durante años, para conseguir contratos de obras públicas en América latina. La Banca Privada de Andorra (BPA), Crédito Andorrano y Andbank abrieron cuentas corrientes opacas a dirigentes políticos y funcionarios de varios países (Brasil, Perú, Panamá…) que formaban parte de esta enorme trama de corrupción y que decidieron esconder el botín en el pequeño país de los Pirineo.
El último caso que se ha destapado es el de Wellington Moreira Franco, exministro de Minas y Energía del Brasil, que, a instancia de la Fiscalía, fue detenido y encarcelado la semana pasada, junto con el expresidente Michel Temer. A través de su hijo Pedro, el exministro brasileño abrió, en 2011, una cuenta en Crédito Andorrano que figuraba a nombre de la sociedad panameña Cape Brownsville SA. Aquí desvió transferencias por 1,5 millones de dólares, procedentes de sobornos.
A pesar de ser una "persona políticamente expuesta" (PED), Crédito Andorrano lo aceptó como cliente. Poco después de que estallara el escándalo Lava Jato en el Brasil, en 2014, Wellington Moreira Franco movió su tesoro andorrano al Crédit Foncier de Mónaco (CFM), a nombre de la sociedad Sudpro Inversiones SA.
Ahora hace cuatro años, el 10 de marzo de 2015, el FinCEN, organismo de Tesoro norteamericano que lucha contra el blanqueo de dinero y la delincuencia financiera, emitió una noticie denunciando las supuestas prácticas irregulares de la BPA. Esta noticie provocó la fulminante intervención y confiscación de la BPA a sus accionistas por parte de las autoridades andorranas.
Pero las investigaciones derivadas del macrosumari Lava Jato en el Brasil y sus conexiones en otros países sudamericanos han permitido descubrir que no sólo la BPA había canalizado dinero procedente de actividades corruptas. También Crédito Andorrano y Andbank -los dos principales bancos de Andorra- colaboraron activamente en la ocultación de los sobornos pagados por la constructora Odebrecht y han puesto el sistema financiero del Coprincipat contra las cuerdas.
LEE EL ARTÍCULO COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA
