Dos comisarios de la Policía Nacional han declarado este lunes sobre uno de los casos eclipsados por la causa judicial principal del proceso, el de las presuntas coacciones cometidas por un operativo policial ante la sede de la CUP el 20 de septiembre de 2017, el mismo día de la concentración independentista ante las puertas de la Vicepresidencia de Economía.
Los mandos policiales han negado las coacciones y, en cambio, han señalado que en todo caso fueron los agentes policiales quienes las sufrieron. En representación de la CUP, el abogado y exdiputado de la formación Benet Salellas ha dicho que los mandos no han sabido explicar como "prefirieron sacrificar seis horas de libertad de movimientos en la sede de la CUP, de militantes, simpatizantes y ciudadanos", en espera de una orden judicial.
Según ha dicho Salellas, los policías han explicado que esperaban recibir una orden que no llegó porque el juzgado de guardia tenía un gran volumen de trabajo. Aquel mismo día tuvieron lugar los registros de varias dependencias de la Generalitat.
