El caso Asensio fue una jugada de Zubizarreta

Su ambigüedad, calculada, dejó en el aire el fichaje
Andoni Zubizarreta provocó una situación interna que facilitó el fichaje de Asensio para el Real Madrid.
Andoni Zubizarreta provocó una situación interna que facilitó el fichaje de Asensio para el Real Madrid.

Las interioridades del no fichaje para el Barça del que hoy es una de las presuntas estrellas del Real Madrid, Marco Asensio, han sido convenientemente utilizadas por la oposición a Rosell y Bartomeu para censurar su política deportiva. Eso sí, sólo cuando ha coincidido una bajada del Barça y algún partido destacado del jugador balear, discutido ahora en el Real Madrid porque no ha respondido a las expectativas en el campo y porque se ha sacado de sobre galones de responsabilidad. "Yo no soy el que tengo que tirar el carro en el Madrid", dijo hace unos días el balear.

Todo esto lleva a pensar que quizás el Barça no lo hizo tan mal en su día cuando el Mallorca lo puso en el mercado y desde el Camp Nou, que tenía preferencia en el fichaje, se dejó pasar la oportunidad a finales del 2014.

La razón por la cual esta renuncia se convirtió en una arma arrojadiza hay que buscarla en la personalidad pusilánime de Andoni Zubizarreta, responsable entonces de la dirección técnica del FC Barcelona. En la negociación, el Mallorca no ocultó su urgencia de tesorería, hasta el punto de abaratar el precio del jugador, siempre que el Barça pagara prácticamente al contado los derechos federativos.

En aquel momento, el director general, Antoni Rossich, que nunca tomó una sola decisión que afectara el orden deportivo, planteó la conveniencia, por una cuestión de pura estrategia financiera, de pagar a plazos. En caso contrario, para cerrar el fichaje tenía que hacer uso de una póliza de crédito, motivo por el cual trasladó a la secretaría técnica el grado de necesidad de la operación.

Zubizarreta respondió que no era un refuerzo prioritario, y dejó a la interpretación de la dirección general del club una decisión que, por supuesto, tenía que tomar exclusivamente el jefe y único responsable del ámbito deportivo.

Antoni Rossich entendió, ante la ambigüedad del mensaje, que ni él tenía que asumir la responsabilidad de fichar ni todavía menos de aumentar los costes financieros en aquel momento. La operación surgió, ciertamente, de una manera inesperada debido a la dificultad en la que se encontraba el Mallorca, no porque ni Barça ni Real Madrid lo necesitaran.

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