El candidato alternativo a Carles Puigdemont para la investidura como presidente de la Generalitat señalado por fuentes de la negociación entre ERC y Junts per Catalunya, Jordi Sànchez, no podrá salir de la cárcel para ir al Parlamento catalán, según adelanta La Razón.
Citando fuentes jurídicas, este diario asegura que el Tribunal Supremo prevé denegar la autorización que podría solicitar Sànchez, actualmente en prisión preventiva e investigado por sedición, para dejar el centro penitenciario de Soto del Real y poder asistir como candidato a un pleno de investidura, como ya hizo con el propio Sànchez, el ex-vicepresidente Oriol Junqueras y el ex-consejero Joaquim Forn anteriormente.
El juez instructor de la causa que afecta a estos tres diputados, Pablo Llarena, consideró entonces inconciliable el permiso para dejar la prisión con el riesgo de reiteración delictiva, aduciendo la posición de liderazgo social y político de Sànchez y eventuales movilizaciones ciudadanas que se podrían convocar «enfrentadas al marco legal de nuestra convivencia», añadió.
Llarena considera que Sànchez ha sido un instrumento para la ejecución de los planes independentistas y, de hecho, destacó que se había integrado en la candidatura de Junts per Catalunya, que observa que «proclama el objetivo de restablecer la dinámica política» que dio lugar a los hechos por los que se le investigó.
Fuentes de la negociación citadas por El País prevén que los términos del pacto que incluye a Sànchez como candidato, aún pendiente de culminación, se presentarán este miércoles, y que el domingo tenga lugar en Bruselas un acto para reconocer la «legitimidad» de Puigdemont.
