Los desacuerdos entre los independentistas y empecinamiento de JxCat para investir a Carles Puigdemont casi a cualquier precio hicieron que la semana pasada se consolidara bastante la idea de llegar a nuevas elecciones. La teoría dice que si dos formaciones se podrían beneficiar de esta nueva convocatoria son JxCat -siempre que Puigdemont pueda presentarse- y Cs.
Y es que los de Inés Arrimadas podrían acabar de echar al PPC de Garcia Albiol e incrementar el número de votos y de escaños. Pero la realidad que remueve Cs y lo que le aseguran algunos de sus asesores desde Madrid es que podría ser que no fuera todo tan bonito. La participación en las últimas elecciones fue histórica, y muchos de los votantes nuevos apoyaron a Ciudadanos.
Los analistas, pero, consideran que no está nada claro que toda esta nueva hornada de votantes, que está poco vinculada a la política y que se cansa rápido, volviera a participar. Esta bajada de votos y, supuestamente, de apoyos a Cs, y una cierta recuperación del PPC fruto del desaliento de votantes que han optado por Arrimadas pero ahora consideran que no ha sido útil para frenar a los independentistas, podrían frustrar el crecimiento de la formación de Arrimadas.
