Las elecciones del 21 de diciembre tenían diferentes focos de atención. Y eran diversos los partidos que se la jugaban. Uno de los que sufrió un revés más duro es el Partido Popular de Cataluña (PPC).
Por un lado, las elecciones estaban convocadas por obra y gràcia del presidente español, Mariano Rajoy. Y de la otra, Xavier García Albiol que se había hecho un hartón de presentar el 21-D como la oportunidad clave para acabar con los independentistas.
Pues la bofetada fue doble. Ni los independentistas perdieron la mayoría parlamentaria, ni Rajoy consiguió aparecer como el salvador. Tanto es así que el PPC pasó de tener un grupo con 11 diputados a ser el colista, con la CUP, y quedarse con 4 diputados al grupo mixto. Y entre los más perjudicados dentro del PPC hay un nombre especialmente damnificado: Andrea Levy.
Hasta ahora era diputada en el Parlamento catalán, pero era un hecho conocido que no tenía actividad en la cámara, sólo aparecía para los plenos, y que realmente cobraba el sueldo para poder trabajar como secretaria de Estudios y Programas de la dirección del PP en Madrid.
Ahora, pero, con cuatro solitarios diputados, si quieren levantar cabeza, los populares tendrán que ponerse a batallar en el Parlament de lo lindo. La noche electoral, después del batacazo, un destacado dirigente del PPC se acercó a Levy y llegó a decirle: «Andrea, ahora te toca trabajar«.
