El portavoz del gobierno de la Generalitat, Jordi Turull, ha manifestado que las actuaciones de la Guardia Civil y la Policía Nacional para impedir el 1-O no son proporcionales ni responden a criterios policiales, como sostiene el gobierno español, sino «al a por ellos», y ha añadido que «sólo quieren hacer daño a la gente» y provocar daños materiales.
Por su parte, el consejero de Asuntos Exteriores, Raül Romeva, ha dicho que la actuación para impedir el 1-O ha sido»de carácter criminal» y, esgrimiendo el artículo 7 del tratado de la Unión Europea, ha anunciado que tratarán de activar mecanismos de sanción y control comunitarios porque consideran que la actuación policial de este domingo «pone en riesgo la imagen de la UE como garante de los derechos humanos».
También durante su intervención poco antes de las 14.30 horas, Turull ha asegurado que se vota en el 96% de los puntos habilitados y que el sistema «se está estabilizando». Según las cifras oficiales del gobierno catalán, 337 personas han sido heridas o contusionadas. Turull ha responsabilizado de ello «exclusivamente» al gobierno español, en particular al presidente Mariano Rajoy y al ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido. Asimismo, ha condenado una agresión contra la consejera Clara Ponsatí y ha pedido al gobierno español que respete la supresión en Cataluña del uso de las balas de goma por parte de agentes antidisturbios.
