La Federación Catalana de Fútbol ha decretado la suspensión de todos los partidos que los equipos federados tenían que jugar este domingo en Cataluña, siguiendo las recomendaciones de la Secretaría General del Deporte «por la especial situación que vive hoy Cataluña» y para garantizar el orden de las competiciones.
La directiva del FC Barcelona ha intentado que se suspendiera el partido de este domingo contra Las Palmas, previsto para las 16.15 horas en el Camp Nou, ante la magnitud de los acontecimientos que están sucediendo en toda Cataluña. El club consideraba que no se dan los condicionantes adecuados para disputar este partido, pero ha decidido jugar a puerta cerrada después de la que la Liga de Fútbol Profesional (LFP) denegara la suspensión.
El vicepresidente Carles Vilarrubí ha presentado su dimisión porque está en desacuerdo con esta decisión adoptada por la junta directiva que preside Josep Maria Bartomeu. También han renunciado el directivo Jordi Monés y el vocal Xavier Vilajoana. Por su parte, el presidente Bartomeu ha defendido que «el mensaje más potente» que puede emitir el Barça es que el mundo lo vea jugando en un estadio vacío y sepa el motivo. Si se hubiera negado unilateralmente a jugar a pesar de la negativa de la LFP, el Barça habría perdido 6 puntos, los tres del partido y tres más de sanción.
Las cargas policiales contra los ciudadanos que quieren votar en el referéndum ha hecho que el club azulgrana se reúna de buena mañana para estudiar cuál será su reacción oficial, considerando que puede haber peligro de orden público, con el añadido que el conjunto canario jugará con una camiseta que tiene bordada en el pecho la bandera española.
Gerard Piqué ha publicado una imagen del momento en el que votaba en su cuenta de Twitter, junto a la frase: «Juntos somos imparables defendiendo la democracia«. El ex-futbolista y capitán del Barça, Xavi Hernández, también se ha mostrado contrario a la actuación del gobierno español, y ha mandado un mensaje en forma de vídeo donde afirma que «lo que está sucediendo hoy en Cataluña es una vergüenza. Es inadmisible que en un país democrático la gente no pueda votar. Todo mi apoyo a aquella gente que, pacíficamente, está intentando ejercer su derecho a voto. ¡Viva Cataluña!».
