La suspensión cautelar de la lectura única, la llamada vía exprés, por parte del Tribunal Constitucional (TC) después de la impugnación del gobierno español, ha hecho que el Gobierno catalán, aparte de recorrer la decisión, busque alternativas para impulsar las leyes de desconexión.
Coge fuerza como primera alternativa la aplicación del artículo 81.3 del reglamento del Parlament en vigor. Este artículo regula el funcionamiento del orden del día de los plenos. Concretamente, su tercer punto dice: «El orden del día del pleno puede ser alterado si este lo acuerda, a propuesta del presidente o a petición de dos grupos parlamentarios o de una quinta parte de los miembros del parlamento, y también puede ser alterado cuando obliga el cumplimiento de una ley. Si se tiene que incluir un asunto, este tiene que haber cumplido los trámites reglamentarios que le permiten de ser incluido, salvo un acuerdo explícito en sentido contrario, por mayoría absoluta».
Dice que el orden del día puede ser alterado a petición de dos grupos. Y que se puede incluir un asunto que haya cumplido los trámites reglamentarios «salvo un acuerdo explícito en sentido contrario» por mayoría absoluta. Por lo tanto, la proposición de ley del referéndum de autodeterminación presentada por Junts pel Sí y la CUP podría llegar a votación al pleno sin haber pasado los trámites que indican el procedimiento legislativo común o el procedimiento de lectura única (que ha sido suspendido por el TC).
El 81.3 es un articulado que ya ha sido motivo de discusión de los grupos parlamentarios, al menos en una ocasión reciente. El 17 de mayo pasado, los grupos de Catalunya Sí que se Pot y la CUP pidieron de alterar el orden del día, usando el 81.3 del reglamento, para someter a votación unas resoluciones que exigían al gobierno que cambiara la posición dentro del consorcio del Palau de la Música de forma que acusara CDC por el caso de las comisiones por obra pública.
