«Sin los insectos polinizadores como las abejas, se produciría una catástrofe» porque son los responsables de la reproducción de muchos de nuestros cultivos y de la generación de frutos como las manzanas, las naranjas o las fresas. Así lo explica a EL TRIANGLE el presidente de la Fundación Amigos de las Abejas, Luis Pérez Ventosa. Este veterano apicultor admite que «se está detectando una reducción de la población de los polinizadores«, hecho que constata el estudio de Greenpeace El declive de las abejas.
El ONG ecologista expone que las abejas son el grupo polinizador predominante en el planeta, y que su número se está reduciendo, en especial en Norteamérica y en el norte de la Europa Occidental. Según el informe, la reducción de las colonias de abejas generadoras de miel puede oscilar entre el 20% y el 40%. Una primera evaluación global sobre polinizadores realizada por la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES) ha encontrado que un 16% de los polinizadores vertebrados (murciélagos, colibrís…) están en peligro de extinción, mientras que el 40% de los invertebrados (abejas, mariposas…) muestran niveles de amenaza altos.
Así como el arroz o el trigo se polinizan gracias al viento, cultivos propios de la dieta mediterránea como la fruta y la verdura se ven gravemente afectados por la mengua de abejas, avispas, mariposas o escarabajos. Experimentos internacionales muestran que en los lugares con mayor biodiversidad y abundancia de polinizadores, la producción de frutos y semillas crece.
«Se requiere una acción inmediata para proteger el servicio ecológico esencial que es la polinización«, como recoge el estudio de Greenpeace. Según explica a EL TRIANGLE el profesor de Botánica de la Universitat de Barcelona y apicultor ecológico Jaume Cambra, la polinización peligra, principalmente, en las zonas agrícolas de regadío, de alto nivel productivo y con un uso intensivo de pesticidas. El panorama está más negro, según Jaume Cambra, en el hemisferio norte. España es el país de la Unión Europea con mayor producción apícola, seguido por Grecia. En los últimos 10 años, el número de explotaciones y de colmenas ha crecido, pero su productividad ha bajado debido al fenómeno que está viviendo la polinización.
¿Qué mata las abejas?
La mortalidad de las abejas se debe de a una combinación de factores a nivel global: el impacto de las especies exóticas invasoras, las prácticas agrícolas intensivas y el uso de pesticidas, los cambios en el uso del suelo y el cambio climático. La varroa es el principal enemigo de la apicultura en todo el mundo. Luis Pérez Ventosa, presidente de la Fundación Amigos de las Abejas, expone que las abejas «no saben defenderse de esta especie invasiva y mata enjambres enteros. Es un parásito que se hace resistente a los tratamientos y hace falta más investigación«. La avispa asiática o velutina es otro enemigo mortal de las abejas de la miel. En un día puede matar hasta 50 abejas, hecho que afecta gravemente a la productividad del sector.
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