Gustavo Buesa, ex socio de Jordi Pujol Ferrusola imputado en el caso Pujol, no sólo asegura que financió a Unió negociando sendos préstamos de 50.000 euros con Josep Antoni Duran Lleida y Josep Sánchez Llibre, y admite que regó a la convergente Fundación CatDem, sino que asegura en una entrevista al Diari de Girona que también realizó «una aportación» a la Fundación Irla, de ERC.
Considerado el rey de la basura en Cataluña, este empresario detenido este mes de julio e investigado en el marco de la operación Trueno, centrada en los contratos de gestión de residuos otorgados en Lloret de Mar, relata: «Ya expliqué en el Parlamento [catalán] que, hace muchos años, a la Fundación Irla le hicimos una aportación de una cantidad, no recuerdo cuál porque hace muchísimos años». Después aclara que entonces estaba Josep-Lluís Carod-Rovira al frente del partido.
Buesa, asimismo, aclara que «yo estoy investigado por un negocio, que es el vertedero de Tivissa , donde él es accionista, sale y vende su participación. A mí no se me investiga por ninguno otro contrato que no sea aquél. Que, por cierto, no es ningún contrato público. Es un depósito privado». Asegura, por otro lado, que no entiende por qué se le investiga en relación a Lloret.
«Si yo tengo una ideología determinada y resulta que hay una serie de fundaciones que están defendiendo estos intereses, yo hago unas donaciones y las pongo en mi contabilidad, porque son legales, y no pasa nada más», ha apuntado sobre las donaciones a CatDem, que afirma que fueron legales, declaradas y «con transferencia bancaria».
En cuanto al hecho de no haber pedido garantías a Unió sobre el préstamo que otorgó a este partido, lo justifica diciendo que «hay un principio de amistad y de confianza, y esperas cobrarlo».
