En el Alt Empordà se estima que hay 375.000 cerdos, unos tres por cada habitante de la comarca, y proyectos de nuevas granjas en una veintena de municipios que sumarían más de 70.000 cabezas más. Uno de ellos ha sido tumbado por el Ayuntamiento de Bàscara (Alt Empordà), que ha denegado la licencia de obras para la construcción de una macrogranja porcina donde se preveía albergar a 2.376 cerdos, aduciendo que se encuentra demasiado cerca de otras explotaciones.
El proyecto denegado, que consistía en levantar tres naves y un techo de 2.000 metros cuadrados a los Masos de Calabuig, ha recibido la oposición de los vecinos de la zona, que alegaban que no respetaba las distancias con una riera, con zonas habitadas y con una explotación de gallinas.
Bàscara, como recuerda la plataforma Salvem l’Empordà dels purins, es uno de los municipios declarados zona vulnerable por la contaminación con nitratos procedentes de deyecciones ganaderas. El Ayuntamiento de Bàscara ha aceptado los argumentos de vecinos y ecologistas que se habían unido para tumbar el proyecto.
Desde la plataforma celebran que Bàscara se sume a otras victorias de su causa en defensa de los acuíferos, como las obtenidas respecto a las granjas de Rabós y Lladó. Abogan por el freno, mediante una moratoria, del otorgamiento de licencias para ampliar granjas o construir otras nuevas hasta que no esté garantizada la calidad del agua.
