La Plataforma por el desdoblamiento de la C-55, que va de Abrera a Solsona, y la gratuidad de la autopista C-16, de Terrassa a Manresa, ha criticado ‘la herencia’ que ha dejado quién ha ejercido de consejero de Territorio durante la última legislatura, Santi Vila, en la Catalunya central. La Plataforma acusa al consejero de haber cubierto de chapuzas una de las carreteras más transitadas del país.
«Hemos pasado de reducir las víctimas mortales (que nos alegramos mucho y de esto nos tenemos que felicitar todos) a irritar y sacar de quicio a gran parte de los residentes de la Catalunya central por tener que circular por una vía caótica y desproporcionada en cuanto a volumen de tránsito (34.000 vehículos diarios)», aluden a la C-55 sus representantes.
El comunicado también se opone a las obras realizadas en estos últimos meses, que «han transformado el tramo más conflictivo y siniestro de la C-55 en un vía crucis diario de congestión, retenciones y una ratonera de más de 10 kilómetros en cada anomalía que surge entre Manresa y Castellbell».
La Plataforma no entiende que se hayan eliminado o acortado casi todos los doble carriles de adelanto entre Manresa y Abrera. Y denuncian la falta de transparencia de la Administración: «Hemos pasado de pagar una media de 30 millones de euros públicos anuales a la concesionaria Autema, en concepto de bonificaciones e indemnizaciones, a pagar unas cantidades todavía mucho más altas (nadie sabe todavía qué coste tendrá) por el nuevo decreto de bonificaciones y gratuidad entrado el vigor desde el pasado 4 de enero de este año».
La Plataforma acaba el comunicado con el deseo que el nuevo consejero tenga «más sensibilidad con las necesidades del territorio» y «más aciertos en su gestión» que Vila.
