El ‘lobby’ de Lleida

El ex consejero de Agricultura, Josep Grau, y el consejero en funciones de Justicia, Germà Gordó, son los adalides de este poder fáctico del 'sector negocios'
germa gordo conseller
germa gordo conseller

Paseando por Barcelona, nos encontramos con carteles de trabajos en la vía pública que delatan que las empresas del 3% y, en especial, las del lobby de Lleida han obtenido, durante el mandato de Xavier Trias, una gran cantidad de contratos. Aunque el Ayuntamiento del Cap y Casal ha cambiado de manos, muchas de estas obras se encuentran hoy en fase de ejecución, ya que fueron adjudicadas a las postrimerías del mandato anterior.

Superponer la lista de donantes de las fundaciones CatDem y Barcelona Fòrum (caso del 3%) que se encontró en la documentación requisada al tesorero de CDC, Andreu Viloca, con la de los adjudicatarios de las obras públicas en la ciudad de Barcelona es un ejercicio entretenido. En buena parte, por la dificultad que entraña seguir el rastro de todos los contratos del equipo de Xavier Trias durante los cuatro años que ha gobernado el Ayuntamiento.

La supuesta «transparencia» pregonada es una falacia, ya que la dispersión de las adjudicaciones a través de los distritos y de la multitud de organismos municipales hace que su seguimiento exhaustivo se convierta un rompecabezas. El open data es, en ese sentido, un desbarajuste que parece hecho expresamente para dificultar la tarea de control.

Una docena de empresas
De la investigación hecha por EL TRIANGLE se puede inferir que una docena de empresas constructoras que han pagado donaciones a las fundaciones de CDC han obtenido contratos del Ayuntamiento de Barcelona (Teyco, Comsa-EMTE, Copisa, Grupo ACS, FCC, Constraula, Certis, Acciona, Rogasa, Oproler, MyJ Grúas, Agustí i Masoliver…) en la etapa de Xavier Trias. ¿Casualidad? Es sabido, a partir de las investigaciones judiciales en curso, que CDC consideraba como un pack y coordinaba todas las administraciones donde gobierna (Generalitat, diputaciones, ayuntamientos…) a la hora de repartir los contratos de obras entre las empresas «amigas».

Dado que las finanzas de la Generalitat pasan por una situación muy crítica, sin casi margen de maniobra, CDC ha tirado sin contemplaciones del Ayuntamiento de Barcelona, donde el alcalde Jordi Hereu dejó una economía muy saneada, y de las cuatro diputaciones que controla -organismos que están muy bien dotados presupuestariamente- para mantener un elevado ritmo de inversiones en obras públicas y engrasar de ese modo la maquinaria del 3%. El nuevo equipo de Ada Colau ya ha empezado a poner la lupa en la política de contratos instaurada por Xavier Trias y, en especial, por su regidor Antoni Vives, responsable de Urbanismo y Medio Ambiente.

Los ‘padrinos’ políticos
Durante el mandato de CDC en la Casa Grande se ha producido otra circunstancia «curiosa»: el aterrizaje masivo del lobby leridano de la construcción en los concursos y adjudicaciones de la administración municipal. Este lobby, que monopoliza desde hace años las obras públicas en las comarcas de Lleida, está formado por las empresas Benitó Arnó e Hijos, MyJ Grúas, ACSA Sorigué y el grup Romero Polo. Las cuatro han «mojado» de lo lindo en las obras de construcción del polémico canal Segarra-Garrigues y, gracias a Xavier Trias, han ampliado su mercado en las calles y edificios de Barcelona, donde han recibido numerosos contratos durante los últimos cuatro años.

LEE EL REPORTAJE COMPLETO EN LA EDICIÓN EN PAPEL DE EL TRIANGLE DE ESTA SEMANA

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