Secretos de un matrimonio es una célebre película de Ingmar Bergman, un drama sueco, pero también podría ser una comedia política leridana protagonizada por Ángeles Ribes y Óscar Uceda: la primera encabeza el grupo municipal de Ciudadanos en la Paeria, que apuntala al socialista Àngel Ros como alcalde de la ciudad; mientras el segundo es el coordinador de Ciudadanos en las comarcas de Lleida y cabeza de lista en las elecciones generales del 20-D.
Ribes y Uceda son un matrimonio que controla el partido de Albert Rivera en la Terra Ferma y que acapara los principales cargos públicos. Ribes es regidora en la Paeria y diputada provincial, mientras que Uceda será, si se confirman los sondeos electorales, diputado en el Congreso después del 20 de diciembre. Esta pareja también ocupa varios cargos en los órganos de gobierno de Ciudadanos.
Cuando se acusa a este matrimonio de nepotismo, desde Ciudadanos se esgrime que ostentan los cargos después de ganar las primarias internas, pero eso es tan cierto como que han superado estos procesos sin oposición. Uceda ni siquiera ha tenido rival. Nadie se atreve a poner en entredicho su liderazgo: Ribes y Uceda son los abanderados de la defensa del castellano en Lleida, con posicionamientos más radicales que los del mismo Federico Jiménez Losantos.
Fracaso en los negocios
El matrimonio Ribes-Uceda triunfa en política después de fracasar en los negocios. Desde 2011, Uceda ha cerrado dos empresas del sector de las pinturas de las que era administrador (Cencopinturas SL y Pintures i Decoració Terraferma SL), ha salido del consejo de otra (Zenkodkor SL) y tan sólo mantiene activa Pyrausta Aplicaciones SL. En esta última, Uceda relevó a su esposa, Ángeles Ribes, como administradora única en 2010.
En los últimos años, han ido de fiasco en fiasco empresarial, con algún concurso de acreedores que ha acabado en liquidación, pero, en política, han avanzado posiciones hasta controlar el partido en Lleida, imponer el castellano al alcalde Ros -presidente del PSC y supuesto líder del sector más catalanista- y conseguir que los soberanistas, especialmente la ANC y Òmnium, les consideren su principal enemigo político.
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