Dos de las principales operaciones de venta de patrimonio inmobiliario efectuadas por la Generalitat han quedado canceladas, según adelanta Economía Digital. Se trata de las adquisiciones, por parte de la sociedad Nadlan BCN, de la sede del Departamento de Empresa y Empleo, la Torre Muñoz del Paseo de Gràcia de Barcelona, y del edificio de la antigua sede de la Consejería de Trabajo de la calle Sepúlveda de la capital catalana.
La operación de venta de este lote, que el Departamento de Economía no pudo colocar en un primer intento a finales de 2014, se cerró a precio de saldo: por 63,5 millones de euros, según hizo público la Generalitat. Ahora se ha tenido que anular, revela Economía Digital, por los reiterados impagos del comprador.
Nadlan BCN desembolsó casi 16 millones en concepto de garantía, pero el 11 de julio, dos semanas antes de la fecha tope para abonar los 47,68 millones restantes, pidió un aplazamiento que el Gobierno le concedió. Cuando el pasado 30 de septiembre, la víspera del vencimiento del plazo, el comprador pidió un nuevo aplazamiento para poder pagar en diciembre, la Generalitat no lo aceptó y este martes el Ejecutivo catalán ha tumbado la operación, según la misma información.
¿Qué es Nadlan BCN?
Según Economía Digital, la Generalitat estudia emprender acciones legales contra la sociedad compradora, a la cual se plantea vetar, asimismo, en las adjudicaciones de contratos por parte de la Administración catalana.
Nadlan BCN es, en cualquier caso, una sociedad sin pasado, pero con historia. Fue constituida sólo tres meses antes de obtener el doble chollo inmobiliario, dos inmuebles que la Generalitat iba a seguir ocupando como arrendataria pagando 1,5 millones de euros anuales por un edificio y más de 1,3 millones por el otro.
Del único postor en la operación de venta que el Gobierno catalán -ahora en funciones- acaba de tumbar se conocen sus vínculos con el grupo Nadlan, corporación israelí con sede en Tel-Aviv, y el nombre de su administrador único: Morris Moshe.
Cómo explicó EL TRIANGLE, entre los directivos de las inmobiliarias catalanas circuló un dossier que relacionaba a Moshe con sociedades establecidas en paraísos fiscales o de baja presión tributaria, caso de la empresa chipriota Rovesta LTD, participada por las mercantiles Linkia Management LTD y Linkia Secretarial LTD, todas ellas radicadas en Nicosia.
Según publicó El Confidencial, Nadlan BCN y Moshe llegaron a Barcelona de la mano de Joan Laporta, pero el asesoramiento del expresidente del FC Barcelona no evitó a los israelíes el contratiempo de la derrota electoral de Xavier Trias y la victoria de Ada Colau. La alcaldesa ha bloqueado la concesión de licencias hoteleras y difícilmente habría facilitado el cambio de uso necesario para acoger las viviendas de lujo proyectadas por los israelíes.
