Nunca han tenido ningún problema para encontrar trabajo.
La hija pequeña, Núria Pujol Gironès, trabaja desde junio pasado como «global recruitment» a Almirall, la compañía farmacéutica catalana controlada por la familia Gallardo. Según su perfil de Linkedin, antes había pasado nuevo meses en el área de recursos humanos de Ficosa, grupo industrial del sector de la automoción salpicado por el caso ITV por sus relaciones con Oriol Pujol Ferrusola; medio año de prácticas a Setdart, una galería de subastas barcelonesa; y tres meses en Grupo México, la corporación minera, industrial y logística mexicana vinculada a la familia de su cuñado Ignacio García de Quevedo.
La hija mayor, Mercè Pujol Gironès, casada con Ignacio García de Quevedo y madre de una niña, vive entre México DF y Miami. Trabaja para Credit Suisse Private Banking, pero también se la relaciona con Grupo México, del cual su suegro, Javier García de Quevedo, es vicepresidente. Por cierto, la Junta de Andalucía concedió a una unión de empresas liderada por Grupo México la explotación de las minas de Aználcollar (Sevilla), un contrato que ahora investiga la Justicia española.
Jordi Pujol Gironès, conocido por sus ex compañeros de laUniversidad Pompeu Fabra como «Jordi Pujol III», se dedica al sector financiero. Antes desapareciera su perfil de Linkedin, constaba que trabajaba como analista de inversiones de Citi Bank en las oficinas que esta entidad norteamericana tiene en Londres. Según explican fuentes cercanas a los Pujol Gironès, Jordi III intenta ayudar en todo el que puede a su familia en los frentes judiciales abiertos, no sólo a su padre, sino muy especialmente a su tio Oleguer Pujol Ferrusola, hasta el punto que ha hecho circular comunicados en defensa de su gestión al frente de Drago Capital.
