Durante el encuentro del pasado viernes entre el rey de España, Felipe VI, y el presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, el eje de la conversación fue, como se esperaba, el ‘proceso’ soberanista.
Según los pocos detalles que ha trascendido sobre la hora y media de reunión -ninguno de ellos por las vías oficiales-, el monarca, que recibió públicamente a Mas con un gesto excepcionalmente serio, preguntó los detalles de la hoja de ruta que los soberanistas prevén hasta la eventual «desconexión» de España y alertó a Mas de la necesidad de ser extremadamente prudente en cualquiera de los escenarios posteriores al 27-S.
Además, Felipe de Borbón pidió tiempo y que se evitaran decisiones irrevocables. Mas, por su parte, dijo que ya no podía echarse atrás y culpó al Gobierno de Mariano Rajoy, a quien siempre, y también en la Zarzuela, ha reprochado que no propusiera alternativas. Incluso, el presidente catalán aseguró que si Rajoy hubiera presentado otras opciones, la situación no sería el actual.
Felipe VI remarcó la disposición del Estado a mantener los puentes con la Generalitat, si bien trasladó a Mas su preocupación por el comportamiento del Ejecutivo catalán durante los últimos meses.
