El Valle de Hebrón se queda sin pasillos

Enfermeras del Hospital desmienten la tesis institucional del colapso de Urgencias por el pico de la gripe
Vall d'Hebron, passadís convertit en 'box' d'urgències
Vall d'Hebron, passadís convertit en 'box' d'urgències

Los pasillos de los centros hospitalarios de la Ciutat Sanitaria del Valle de Hebrón ya no existen. Se han convertido en unidades de espera y tratamiento de los pacientes que llegan de urgencia. Algunos se pasan dos o tres días en camillas. «Lo más normal es que esto esté lleno. Todos los pasillos. Hay uno que se hizo para sacar las camillas a la calle para que las recojan las ambulancias pero se ha convertido en una situación normal que esté lleno de pacientes. Algunos de los enfermos tapan la salida de emergencias. De hecho, ahora hay una camilla ante una de las puertas», apunta una enfermera.

Desde el Gobierno catalán, la respuesta es de manual: «Son picos de gripe que cada año en esta época hacen que haya más gente, porque es difícil encontrar una vacuna efectiva». La decena de enfermeras de diferentes centros del Valle de Hebrón con quienes ha hablado este semanario rechazan esta tesis institucional. «A mí me dijeron que sólo tenía que sufrir por los picos de invierno, pero era mentira. Hace dos años que trabajo aquí y esta situación se repite cada día. Da lo mismo en verano que en invierno», explica otra sanitaria.

En una sala de urgencias improvisada, que los profesionales de la sanidad denominan ‘el ruedo’ por la forma circular en que se han dispuesto las camillas, se amontonan hasta 24 pacientes. Es invierno y la mayoría entra por problemas respiratorios. Son enfermos pendientes de ingresar en observación o para hospitalización. «Los pasillos se convierten en sectores. Este es para 24 pacientes. Y detrás hay otro para 22», muestra una enfermera, quien añade las «dificultades» para trabajar con los enfermos en un espacio que no tiene ni «intimidad» para tratarlos ni los instrumentos necesarios para desarrollar su tarea.

«Hay una señora que hace dos días que está aquí. No la podemos lavar, no tiene intimidad y la tienes que pinchar aquí en medio», dice una sanitaria. La situación se agrava cuando los tienen que lavar, porque sólo hay un baño para los 24 enfermos. «El baño es ridículo, apenas cabe la camilla. A veces lo tenemos que hacer aquí en medio porque está saturado. Si tienes que hacer alguna técnica lo llevas al baño, sino se hace todo por aquí mismo: analíticas, cultivos… todo en el mismo lugar», critica otra.

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