La decisión de juzgar a la Infanta Cristina por delito fiscal, de hacer entrar en prisión a la folclórica Isabel Pantoja, al exministro Matas, a los expresidentes de clubes de fútbol José María del Nido y Josep Lluís Núñez y al expresidente de la Diputación de Castellón y uno de los hombres de más relevancia en el PP en la toma de decisiones, Carlos Fabra. Estos son algunos de los nombres de un total que supera los 2.000 del balance contra la corrupción que ha dejado 2014. También hay 150 causas abiertas que pronto sentarán a unos cuántos más en el banco de los acusados.
El expresidente de la Generalitat, Jordi Pujol, su mujer, Marta Ferrusola, y seis de sus siete hijos también tienen cuentas pendientes con la Justicia. El expresidente de Bankia y exministro de Economía, Rodrigo Rato, también ha sido imputado. Y la corrupción, el Supremo está investigando la causa de los ERE andaluces, salpica a los expresidentes Chaves y Griñán.
La ministra de Sanidad, Ana Mato, dimitió a final de año. No está imputada pero sí identificada por el juez como «partícipe a título lucrativo» de los regalos que la trama Gürtel dio a su exmarido y exalcalde de Pozuelo, Jesús Sepúlveda.
Una vez acabada la instrucción del caso Pretoria, onze personas, entre las cuales los altos cargos convergentes Prenafeta, Alavedra y el socialista Bartomeu Muñoz serán juzgados por corrupción.
2014 pero, también deja a corruptos sentenciados, enchironados y liberados después de pocos días de encarcelamiento: Núñez padre e hijo (38 días), Lluís Gavaldà (dos meses y medio) y Vicenç y Fidel Pallerols, que también obtuvieron el tercer grado, por vía del Departamento que dirige Germà Gordó.
