El peor escenario se ha hecho realidad para el sector porcino de Catalunya en lo que se refiere a las plantas de tratamiento de purines: el Ministerio de Industria ha publicado la orden que recorta, con carácter retroactivo, un 40% las retribuciones para la generación de energía. Esta decisión comporta el cierre definitivo de estas instalaciones porque hace inviable su continuidad.
Los representantes de este sector no sólo han responsabilizado a Industria por esta orden, sino que han culpado el Ministerio de Agricultura de inacción, porque consideran que no se ha implicado en la resolución de las demandas, lo cual ha desembocado en esta situación. En cuanto al papel del Gobierno de la Generalitat en este conflicto, creen que no ha sabido influir para que se pudiera lograr una moratoria hasta diciembre de 2015, punto que el sector porcino consideraba clave porque daba la posibilidad de implementar alternativas planificades y evitaba el cierre de todas las plantas de golpe, como se prevé ahora.
El sector porcino estudia si emprende acciones legales y si convocará manifestaciones contra el cierre de las plantas, que son seis en Cataluña y 29 a todo el Estado. Se estima, además, que más de 480 explotaciones porcinas de Catalunya y 2.000 de todo el Estado se verán afectadas por la decisión gubernamental.
