Tercera noche de disturbios en el barrio de Sants después del desalojo y demolición del centro social Can Vies. Unas 4.000 personas respondieron al llamamiento promovida por diferentes entidades vinculadas en el centro social. No fueron los únicos, Valencia, Palma, el barrio burgalés del Gamonal y medio centenar de localidades catalanas celebraron concentraciones de solidaridad con la protesta. Sants sacó humo, por tercera noche consecutiva. Ha habido 27 detenidos. Y varias sedes de CDC, Terrassa, Mataró o Cerdanyola, han sufrido desperfectos por ataques de incontrolados.
Columnas de manifestantes provenientes de varios barrios de Barcelona recorrieron, el miércoles desde las 20h, las calles que les separaban de Sants para concentrarse ante Can Vies. Hacia las nueve y media, cuando se decide hacer un escrache en la sede del distrito y lo impiden los Mossos, empiezan los disturbios.
Contenedores quemados que hacían de barricadas para barrar el paso a las furgonetas de los antidisturbios y carreras por los callejones de Sants. Interior movilizó a toda la plantilla, incluidos los agentes que tenían fiesta, para intentar asegurar la seguridad ciudadana y mantener la paz vecinal. Pero la presencia policial era recibida con cazeroladas que sonaban desde los balcones. El consejero Espadaler rechazó 200 unidades de antidisturbios de la policía nacional ofrecidas por el ministro Fernández.
Mientras el alcalde Trias, presidente de la empresa TMB propietaria de la nave okupada de Sants, insistía que está dispuesto a negociar «sin chantajes que tengan a la gente atemorizada» con las entidades de Can Vies, la mayoría de manifestantes pedían su dimisión. Posiciones enrocadas en un conflicto que, en vez de solucionarse, crece. Centenares de personas en una cincuentena de ciudades, Lleida (100), Sabadell (200), Girona (300), Tarragona (150), se solidarizaron con Can Vies y vociferaron consignas contra CiU y contra la policía.
