‘La Vanguardia’ da marcha atrás

José Antich llegó como periodista antisocialista y de confianza del PP y ha acabado siendo el caballo de Troya de los soberanistas en el Grupo Godó
Diego Torres
Diego Torres

Con el nombramiento de Màrius Carol como nuevo director de La Vanguardia, el conde de Godó, siempre hermético y distante, ha tomado finalmente una decisión largamente rumiada y esperada desde hace meses, tanto en la redacción del diario como en muchos ámbitos influyentes de la sociedad catalana. El inminente relevo de José Antich y su sustitución por el hasta ahora jefe de comunicación del Grupo Godó fue anticipado por el diario www.eltriangle.eu el pasado día 8 de noviembre.

Este lunes, 16 de diciembre, Màrius Carol tomará posesión oficial del cargo de director de La Vanguardia. Es un cambio de gran trascendencia en unos momentos muy delicados para Cataluña, tanto desde el punto de vista económico como político. En relación con José Antich, Màrius Carol aporta centralidad y moderación, en línea con quienes propugnan la «tercera vía» para rehacer los malogrados puentes de diálogo con el Estado español.

Escandalosas subvenciones
Es conocida la larga e íntima amistad que mantenía José Antich con Josep Antoni Duran Lleida. Pero, a la vez, ha hecho un seguidismo ciego y acrítico del presidente Artur Mas en su deriva soberanista y su viaje a Itaca, poniendo los pelos de punta a los lectores tradicionales de La Vanguardia y a los sectores más pragmáticos de la élite empresarial catalana. A cambio de esa descarada complicidad con el Palau de la Generalitat, el conde de Godó se ha beneficiado de unas escandalosas subvenciones y prebendas que en cualquier país democrático ya estarían en manos de la Fiscalía.

José Antich había abierto las páginas del diario a un tropel de columnistas «hooligans» de Convergència, convirtiendo así el antiguo diario conservador y monárquico en la vanguardia de las reivindicaciones soberanistas/independentistas. Condicionados por las enormes ayudas con dinero público recibidas los últimos años, los medios generalistas del Grupo Godó (La Vanguardia, 8TV y RAC1) han acogido a un conjunto de tertulianos recomendados desde el Palau de la Generalitat que, como se ha acabado viendo, eran, en realidad, unos quintacolumnistes de ERC. En esta transformación pro-independentista de José Antich ha tenido mucho que ver su segunda mujer, Marta Lasalas, que es una trabucaire del «somatén mediático».

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