El presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas, ha abierto el debate de política general con un discurso marcado por un tono exageradamente optimista respecto la situación de crisis económica. Mas ha afirmado que la consulta «legal» sobre la independencia se hará en 2014, pero todavía no ha concretado una fecha.
Artur Mas ha empezado su discurso haciendo referencia al proceso soberanista abierto en Catalunya, afirmando que la consulta se celebrará en 2014 y que trabajarán «incansablemente» para que sea así. Unas palabras que llegan después de que apostara hace unas semanas por convocar unas elecciones plebiscitarias en 2016 si el Estado no autoriza la consulta el próximo año. Sin mencionar el 2016, Mas sí que ha advertido que usará este mecanismo como última opción.
En un discurso que ha durado cerca de una hora y cincuenta minutos, el jefe del ejecutivo catalán ha replicado las palabras del Gobierno español después de la celebración de la Vía Catalana, en qué habló de escuchar a la mayoría silenciosa, apuntando que «las minorías no pueden ni deben obstaculizar el camino que las mayorías han decidido tomar». Mas en ningún momento ha hecho referencia a la propuesta de una tercera vía planteada por su socio de federación, Josep Antoni Duran i Lleida.
Optimismo desmesurado
Después de hablar del proceso soberanista, el presidente de la Generalitat ha tocado el tema económico para justificar la prórroga de los presupuestos para el 2013 y las medidas de austeridad impulsadas por su gobierno desde hace tres años. En este sentido, Mas ha asegurado que no habrá recortes en 2014. Una afirmación que parece más bien pensada para atraer a sus socios de legislatura, ERC, que no ajustada a la realidad.
Mas ha hecho una valoración de la crisis económica a partir de una lectura muy optimista de la situación, recitando un listado de medidas y datos para justificar la acción de su ejecutivo para hacer frente a la crisis. En su intervención ha afirmado que se está parando la destrucción de la ocupación en los dos últimos meses, en que ha habido un descenso del número de parados, sobre todo gracias a los contratos temporales.
Ni una palabra del caso Palau
Hasta la parte final de su discurso el presidente Mas no ha tocado el tema de la corrupción, con casos como el caso Palau con indicios de supuesta financiación irregular de su partido, Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Mas ha obviado este caso y se ha limitado a citar las medidas a favor de la transparencia y la regeneración democrática que quiere impulsar el ejecutivo que preside.
También ha pasado de puntillas sobre la situación de la sanidad pública catalana cuando ha hablado de este sector para alabar «la gestión más eficiente para optimizar los recursos» disponibles en el ámbito de la salud. En este capítulo tampoco ha citado en ningún momento algunos de los casos de presunta corrupción que se están juzgando con exaltos cargos imputados, como por ejemplo en el caso del Hospital Sant Pau o el caso Innova de Reus.
