Leith, un pueblo de 24 habitantes del estado norteamericano de Dakota del Norte, ha sido el lugar escogido por el Movimiento Nacional Socialista (NSM) de Estados Unidos para demostrar la «supremacía blanca». La tranquilidad de este pequeño municipio se ha visto alterada el fin de semana pasado por una auténtica invasión de este grupo de extrema derecha, que ha manifestado su intervención de convertir el pueblo en un «enclave de la raza blanca», algo similar a un pequeño paraíso neonazi.
La invasión nazi de Leith se inició hace poco más de un año, cuando un nuevo habitante, Paul Craig Cobb, empezó a comprar casas y terrenos abandonados. El conflicto saltó cuando hace un mes se supo que Cobb es un supremacista blanco perseguido en Canadá por iniciación al odio racial a través de un blog de internet. Y esto no era todo, su idea era ceder los inmuebles adquiridos a Jeff Schoep, el ‘comandant’ del NSM, con el objetivo de crear en Leith una comunidad neonazi.
Cómo ha declarado el mismo Cobb, la idea es crear una «pequeña Europa pionera». «Sería de una belleza extraordinaria cuando la gente entre a la ciudad, especialmente por la noche, y encuentren iluminadas las banderas de todas las antiguas naciones blancas de la tierra (…). Es probable que tengamos la bandera nazi, con cuernos de ciervo y una pequeña esvàstica en el centro, muy discreta».
El fin de semana pasado, Schoep y una docena de miembros de la NSM celebraron un encuentro con posterior rueda de prensa en un espacio municipal de Leith, que estos grupos están promocionando en internet como el lugar donde «plantar la semilla» del nazismo en los EEUU. Un grupo de nativos americanos y militantes antirracistas se concentró para protestar contra la invasión. No son los únicos. La veintena de vecinos del pueblo busca una estrategia ilegal para impedir que se establezcan nuevos invasores neonazis.
