Narcís Serra paga los platos rotos

Fue el impulsor político de la querella contra Banca Catalana y, 29 años más tarde, es denunciado por Anticorrupción por el hundimiento de Caixa Catalunya
Serra i Todó
Serra i Todó

Han pasado 29 años desde la querella de la Fiscalía General del Estado contra 25 miembros del consejo de administración de Banca Catalana. Entre los acusados del desfalco producido en la entidad estaba el entonces presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, cuyo entorno acusó a Narcís Serra, ministro de Defensa del gobierno de Felipe González en aquel momento, de ser el «inspirador» político de la querella. Desde 1984 ha llovido mucho. Pero he aquí que, la semana pasada, la Fiscalía Anticorrupción ha interpuesto una demanda contra Serra, Adolf Todó y los 52 miembros del consejo de administración de Caixa Catalunya del año 2010.

 

El fiscal Fernando Maldonado considera injustificado y delictivo que, en este contexto de crisis, los dos principales cargos ejecutivos de Caixa Catalunya -el director general, Adolf Todó, y el director general adjunto, Jaume Massana– vieran aumentar hasta dos veces sus honorarios en 2010, tanto los correspondientes a la anualidad en curso como los diferidos en futuro.

 

En el caso de Narcís Serra, el fiscal Maldonado le reprocha que, a pesar de ocupar un cargo representativo, cobrara importantes sumas de dinero en concepto de dietas y que, a partir de 2007, incluso se atribuyera un salario. A medida que la situación de Caixa Catalunya se agravaba, su presidente incrementaba su sueldo. Si en 2006 cobró 135.707 euros, en 2007 saltó a 236.808 euros. En plena crisis de Wall Street, su salario pasó a 260.440 en 2008; a 260.380 euros en 2009; y a 246.393 en 2010, cuando formalizó su dimisión.

 

La crisis de esta entidad financiera ha provocado una profunda herida en la sociedad catalana, hasta el punto que el padre de los Juegos Olímpicos de Barcelona pasa por ser un apestado. Tanto entre los 70.000 clientes que fueron engañados con productos de alto riesgo como entre los 2.543 trabajadores que serán despedidos.

 

Esto ha colocado en el disparadero a Narcís Serra, que fue quien fichó Adolf Todó en 2008 como director general y al cual, en su reciente comparecencia en el Parlament de Catalunya, defendió a ultranza. Serra, que en total cobró de Caixa Catalunya un millón de euros durante los cinco años que ejerció como presidente, tiene ante sí un futuro judicial tortuoso.

 

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