A la muy conservadora y bienpensante sociedad de Banyoles (Pla de l’Estany) ha caído como una bomba la detención, el pasado 10 de junio, de quién fue presidente y tesorero de la Cruz Roja del Pla de l’Estany, Quim Homs, acusado de abusar sexualmente durante años de menores y jóvenes inmigrantes.
El caso ha saltado a la luz gracias a la valentía de la Asamblea de Trabajadores de Acción Social de las Comarcas Gerundenses (Assacs), que en marzo de 2011 ya advirtió a las autoridades locales de los indicios existentes sobre la reiterada actitud depredadora de menores y adolescentes del responsable de la Cruz Roja.
Sin embargo, atendida la relevancia social de Quim Homs -está, por ejemplo, estrechamente relacionado con la consejera de Educación de la Generalitat, Irene Rigau– el Ayuntamiento pasó de puntillas sobre esta denuncia, y la atribuyó a rumores infundados. La investigación y la perseverancia de Assacs consiguió que tres de los jóvenes inmigrantes que habían sido objeto de abusos sexuales comparecieran ante los Mossos d’Esquadra y ratificaran su testigo ante el titular del juzgado núm. 3 de Girona, que instruye el caso.
Ello motivó la detención de Quim Homs que, tras prestar declaración, fue sorprendentemente puesto en libertad por el juez Domingo Sánchez Puerta al cabo de dos días, eso sí, con la condición que no se acercara a menos de 300 metros de los menores y jóvenes de los que había abusado. El imputado es, además, funcionario de la cárcel de Figueres, donde sigue percibiendo su nómina normalmente.
Mucho miedo
En Assacs están perplejos ante esta decisión judicial e insisten en reclamar la prisión para el ex presidente de la Cruz Roja. La lista de jóvenes y menores inmigrantes de Banyoles que han sido víctimas de este depredador sexual es muy amplia, pero hay mucho miedo a denunciar los hechos. Los Mossos d’Esquadra han recogido el testimonio directo de otros dos jóvenes que también sufrieron abusos pero que no se atreven a acudir al juez y en Assacs saben que hay varios casos más.
Quim Homs se siente protegido por ser quien es y, en las últimas semanas, según Assacs, ha realizado llamadas telefónicas a dos de sus víctimas para exigirles que guardaran silencio. Gracias a su condición de presidente y tesorero de la Cruz Roja, este depredador se acercaba a los jóvenes de la zona con promesas de ayudas económicas para ellos y sus familias y posibles trabajos. Cuando ganaba su confianza, a base de regalos y dinero, se los llevaba a su domicilio particular, donde les toqueteaba, les proponía ducharse juntos y que le masturbaran. Estos abusos también los realizaba en su coche o en las dependencias de la Cruz Roja en el Club Náutico del lago. El descarado encubrimiento que ha tenido Quim Homs por parte de las autoridades locales y judiciales ha provocado una tormenta política en el Ayuntamiento de Banyoles, donde la oposición ha exigido una completa investigación de las subvenciones otorgadas, durante los últimos años, a la Cruz Roja local. El desbarajuste contable detectado por el departamento de Acción Social no impidió que se renovaran los convenios con la entidad, a razón de unos 30.000 euros anuales.
Ante la sospecha de que Quim Homs pudiera utilizar este dinero público para sus actividades criminales, el pleno municipal del pasado 29 de julio acordó solicitar un completo informe al interventor. En todo este escándalo, tanto el alcalde de la localidad, Miquel Noguer (CiU), como la Cruz Roja de Catalunya han actuado con una exquisita prudencia que contrasta con la gravedad de los hechos y que raya la complicidad dolosa.
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