La mitad de los parados catalanes que cobran reciben sólo 426 euros

Desde el mes de mayo del año 2009, el total del gasto en prestaciones por desocupación se ha reducido en un 12,29%
Oficina atur
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Actualmente, el 48,07% de las personas paradas que todavía cobran prestación en Catalunya reciben un subsidio (195.735 personas), lo que significa que cobran 426 euros al mes, según el informe que ha presentado este martes la UGT de Catalunya sobre la evolución de las personas beneficiarias de prestaciones por desocupación (prestación contributiva, subsidio y Renta Activa de Inserción) y la evolución del gasto público destinado a estas prestaciones desde el año 2008.

Según el estudio presentado por la UGT, se aprecia un acercamiento entre el número de personas perceptoras de prestación por desocupación y el número de personas perceptoras de subsidios. Por otro lado, las personas beneficiarias de la Renta Activa de Inserción -colectivos con especiales dificultades para incorporarse al mercado de trabajo y en situación de necesidad económica- se han incrementado un 942,64% en los últimos cinco años.

El informe recoge que desde el año 2008, el incremento de las personas registradas en el paro ha aumentado un 110,38%, mientras que las personas beneficiarias de algún tipo de prestación han aumentado un 72,98% y las que no cobran prestación un 236,35%.

La tasa de cobertura de las prestaciones por desocupación se ha reducido en 13,71 puntos porcentuales. En el mes de mayo de 2013 se situaba en el 63,40%, mientras que en el mes de mayo de 2008 estaba en el 77,11%. Desde el mes de mayo del año 2009, el total del gasto en prestaciones por desocupación se ha reducido en un 12,29% y el gasto mediano por persona beneficiaria se ha reducido en un 10,44% desde el mes de mayo de 2005, reduciendo así su poder adquisitivo.

Después de presentar estos datos, la UGT ha pedido a los responsables de las políticas ocupacionales la adopción de medidas dirigidas principalmente a las personas, que «continúan sufriendo la crisis y que cada vez se encuentran en una situación más vulnerable». A pesar del incremento del paro, se reduce el número de personas beneficiarias de prestaciones y estas cada vez disponen de menos poder adquisitivo. Además, aumenta el número de personas que no cobran ningún tipo de prestación.

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