La soledad del espía

CDC abandona a Xavier Martorell, exdirector de Prisiones y de los Mossos d'Esquadra
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La carrera política de Xavier Martorell, de 51 años, se ha acabado. En los gobiernos de Jordi Pujol fue director general de Seguridad Ciudadana y, por lo tanto, responsable político de los Mossos d’Esquadra durante siete años (1996-2003) y, con Artur Mas, ha sido director general de Análisis del Departamento de Presidencia, y después, hasta que dimitió el año pasado, director de Prisiones, siempre a las órdenes de Germà Gordó, su protector.

Este 26 de septiembre, Martorell ha declarado ante el juez como imputado por presunta estafa y apropiación indebida por los espionajes que encargó a lo agencia de detectives Méodo 3. Curiosamente, los hechos por los cuales se lo procesa judicialmente no sucedieron cuando era alto cargo de la Generalitat, sino en el tiempo en que ejercía como jefe de seguridad del Barça, de 2008 a 2010, cuando, con el dinero del club, contrató varias investigaciones, algunas políticas, que no tenían nada que ver con la entidad que entonces presidía Joan Laporta.

Investigaciones a tutiplén
Como jefe de seguridad del Barça, Martorell encargó investigaciones a Método 3 por importe de más de 400.000 euros: seguimientos a futbolistas, como es el caso del defensa Gerard Piqué; un dossier sobre el socio que promovió la moción de censura contra Laporta; búsquedas sobre negocios de Sandro Rosell; «auditorías de seguridad» de los vicepresidentes del club; indagaciones sobre empleados… y también informes sobre dos regidores de Unió del Ayuntamiento de Sant Cugat de Vallès, con los cuales compartía equipo de gobierno, puesto que, entonces, Martorell era regidor de Seguridad y Relaciones Institucionales de aquella corporación. (…)

Fuentes convergentes explican que Martorell dispone de mucha «munición» sobre dirigentes políticos, especialmente de su mismo partido, pero que «no disparará», que de ninguna de las maneras está dispuesto a levantar alfombras, del mismo modo que la dirección de Convergència, incluido Felip Puig, tampoco está para atacarlo. Sencillamente, lo dan por amortizado. Nadie quiere hacerse daño al remover enfrentamientos internos entre los consejeros Felip Puig y Germà Gordó, a las órdenes del cual trabajaba Martorell.

Cuando hace un año dimitió como director de Prisiones, cuando era inminente que el Parlamento acabaría pidiendo su cabeza, en algunos medios digitales se especuló que estaba pensando irse a trabajar a México, país del cual es originaria su esposa y madre de sus dos hijos.

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