El Ejército español ha encerrado al teniente Luis Gonzalo Segura de Oro-Pulido este viernes en el centro disciplinario militar de Colmenar Viejo (Madrid) hasta el próximo 18 de septiembre. Este jueves, Segura ha anunciado que inicia una huelga de hambre que «sólo terminará con el compromiso público de que el Rey afrontará los problemas de corrupción, la falta de auditorías independientes y el maltrato hacia la tropa que hay en el Ejército», según ha declarado a El Mundo.
Fuentes militares indican que su arresto es consecuencia de la vulneración de dos artículos del régimen disciplinario interno, uno sobre declaraciones «falsas o contrarias a la disciplina» y el otro sobre la emisión o la tolerancia de expresiones «contrarias a las Fuerzas Armadas», durante las presentaciones de su novela, Un paso al frente, mediante la cual ha denunciado las corruptelas y los privilegios de la cúpula del Ejército.
Por Twitter ya corre una convocatoria de apoyo a Segura: una concentración para pedir su libertad este mismo viernes a las 20 horas, en la Plaza de Oriente de Madrid.
Eco político
Segura no había recibido, hasta ahora, muchos apoyos políticos -desconfía de PP y PSOE, motivo por el cual se dirige a Felipe VI-. Pero miembros de IU y de UPyD le han apoyado en la rueda de prensa de este jueves, en la que anunció su huelga de hambre.
La diputada de UPyD Irene Lozano ha reclamado al Gobierno que parara su arresto y que se archivara el expediente disciplinario contra Segura, que considera una «aberración» porque le priva de libertad por vía administrativa. Su partido ha solicitado que la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, y el ministro de Defensa, Pedro Morenés, expliquen en el Congreso de los Diputados el caso y aclaren si se investigará la veracidad de las denuncias del autor de Un paso al frente.
