La CUP no se presentará a las elecciones europeas. Esta es la decisión que ha acordado en un consejo político celebrado en Artés (el Bages), donde las asambleas territoriales han sido resolutivas a la hora de decantar la balanza.
Concretamente, el debate planteaba dos documentos, uno en favor y otro en contra de presentarse. El primero, denominado "Internacionalizamos la lucha" instaba los cupaires a aprovechar la oportunidad para difundir en Europa el mensaje a favor de la República y la liberación nacional, y no regalarlos "a las fuerzas políticas que han provocado la desorientación estratégica actual".
Planteaba, pues, presentarse a las elecciones en el Parlamento europeo con una candidatura encabezada simbólicamente por personas exiliadas o represaliades del entorno político catalán, e instaba a trabajar en coalición con la izquierda independentista vasca y gallega.
El documento contrario a concurrir a las europeas y el que más apoyo ha obtenido, traía por nombre "No seamos cómplices. El proceso de liberación nacional no pasa por la UE". Este ponía de relieve la importancia de continuar trabajando en el municipalismo, y plasmaba una directa negativa a "participar de las elecciones europeas, para no ser cómplices de esta farsa de institución".
La exdiputada Mireia Boya, en declaraciones a los medios, ha explicado que "la Unión Europea representa lo que está más alejado de nosotros", y lo ha considerado capitalista, imperialista y de ilustrar el "racismo institucional", poniendo como ejemplo "su silencio ante la violencia del 1-O y sobre los presos y exiliados".
