El líder de la formación ultraderechista Vox, Santiago Abascal, se ha mostrado así de contundente en el concurso de investidura de Pedro Sánchez: "Quim Torra tiene que ser detenido". Y así se lo ha pedido a Sánchez. La petición de Abascal ha provocado que los diputados de JxCat y la CUP abandonaran el hemiciclo.
El líder de la tercera formación del Congreso ha afirmado que trabajará "por una España unida donde prevalezca el orden constitucional", si conviene en los tribunales y con la ilegalización de las formaciones independentistas.
"Fraude, estafador, mentiroso, tirano, indigno…" han sido algunos de los calificativos que ha dedicado al líder socialista a la hora de abordar su política de acuerdos. Una política y unos cambios que, según él, necesitan una explicación urgente.
Vox ha desplegado sus banderas. La unidad de España, sí, pero también la lucha contra las políticas de memoria ("profanación de tumbas" ha dicho) y las políticas de género. Una "ideología de género" que, según él, costará millones en nuevos impuestos.
