En su declaración en el Supremo por el juicio del 1-O, el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos, que fue coordinador policial del referéndum, ha culpado a los Mossos de incumplir la ley y facilitar el 1-O. Según él, "el diseño del dispositivo policial de los Mossos el 1-O fue una estafa".
Pérez de los Cobos, que continuará declarando mañana por la mañana después que el juez del Supremo Manuel Marchena haya decidido aplazar el final de la declaración para no alargar más la sesión de hoy, ha considerado que los Mossos fueron pasivos y no impidieron el referéndum, sino que lo "permitieron": "Creo que el dispositivo que se estableció desde la jefatura de los Mossos estaba encaminado a facilitar el desarrollo de la consulta en lugar de impedirla".
Según el relato de Pérez de los Cobos, el dispositivo de dos agentes de los Mossos por cada colegio electoral era "insuficiente, inadecuado e ineficaz". La crítica no es sólo por el número de agentes movilizados, sino por el propósito: "Aunque pusieran 40.000, si miran hacia el lugar contrario, no sirve para nada. Era más importante el concepto".
Y no sólo vio connivencia con el referéndum, sino que ha puesto ejemplos que irían más allá; afirma que dejaban detener la votación para el almuerzo y permitían que continuara después, o que se situaban "de forma institucional" en la puerta, como si fueran unas elecciones normales.
También ha mencionado que algunos agentes de los Mossos se dedicaron a impedir el trabajo de la Policía Nacional o la Guardia Civil. Ha hablado también de coordinación entre los agentes y los convocantes del referendum.
Como han hecho otros testigos, el coordinador policial del 1-O se refirió a las "murallas humanas" que había en los puntos de votación, incluso con "gente encapuchada". Además, destacó que en algunos colegios se usó ancianos o menores como "escudos".
Pérez de los Cobos ha definido la actuación de los cuerpos policiales como "exquisita" y negó que hubiera cargas.
