La investigación que dirige el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno sobre el fraude en el pago y reparto de los derechos musicales en las televisiones españolas ha llamado a la puerta de TV3. En concreto, se investiga el contrato de externalización de estos derechos en la franja nocturna y de madrugada que en 2010 otorgó la entonces directora de TV3, Mònica Terribas, a la empresa Ediciones Musicales Clippers SL, que dirige Juli Guiu.
Las alarmas han saltado al constatar que Juli Guiu fundó, en 2011, una sociedad con David Madí, la ex-mano derecha de Artur Mas, denominada Clippers New Projects SL, en la que figura como secretario el ex-diputado convergente Jaume Camps, involucrado en los escándalos de Javier de Rosa y del Palau de la Música. David Madí, desde que abandonó la primera línea de la política, ha desplegado una intensa –y, a menudo, fallida- actividad empresarial, pero su principal cargo le viene dado desde Madrid, puesto que Borja Prado y Colón de Carvajal lo colocó en la presidencia del consejo de Endesa en Cataluña, donde se mantiene agarrado como una lapa.
Un total de 44 empresas y 33 creadores catalanes han denunciado, desde hace meses, el trato de privilegio que tiene Ediciones Musicales Clippers SL en TV3 y exigen la anulación de esta externalización y la apertura de los programas musicales a más artistas. No es la primera vez que el nombre de David Madí sale salpicado en operaciones extrañas de TV3. Su mujer, Sandra Buenvarón, ya fue investigada en el marco del sumario de las ITV por los 90.910 euros que cobró de una empresa de Oriol Carbó, ex-gerente de TV3, con facturas aparentemente falsas.
