El diputado de Junts pel Sí y ex-consejero de Justicia Germà Gordó ha dicho que siempre ha actuado «de acuerdo con el ordenamiento jurídico» y ha dado a entender que es una de las víctimas de una guerra sucia contra el proceso soberanista: «tal vez hay filtraciones interesadas». En su comparecencia en la comisión parlamentaria de Asuntos Institucionales de este miércoles, Gordó ha dicho también que no ha declarado en el caso del 3% porque nadie se lo ha pedido.
El juez que instruye este caso desde El Vendrell, eso sí, ha solicitado por segunda vez al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) que lo investigue. En el punto de mira de este caso están las reuniones que mantuvo Gordó con empresarios donantes de fundaciones de Convergència adjudicatarios de obra pública, además de los nombres en clave Gerardo y Gregorio, que los empresarios han dicho que empleaban para referirse al ex-consejero.
Presunción de inocencia
Apuntan hacia él cuatro testigos, pero Gordó, que fue gerente del partido, ha declarado que «nadie me pidió nada que fuera contra el ordenamiento jurídico», y ha esgrimido la presunción de inocencia, así como el hecho de no haber sido todavía imputado ni siquiera citado para declarar como testigo.
Osàcar y Viloca, «magníficos»
Gordó ha explicado que no controlaba a los tesoreros de su partido, Daniel Osàcar y Andreu Viloca, ambos imputados, de los que ha dicho, no obstante, que son «dos profesionales magníficos y de una conducta irreprochable». Poco más o menos lo mismo que ha expresado el ex-presidente Artur Mas en varias ocasiones.
Bassols, «muy bien»
En cuanto al nombramiento de Núria Bassols como comisionada para la Transparencia del Gobierno de Mas, Gordó ha dicho que no formaba parte de sus competencias, pero que Bassols lo hizo «muy bien». Además, ha defendido la desimputación de Ferran Falcó en el caso Adigsa, decidida por Bassols cuando ejercía de magistrada, argumentando que el fiscal jefe no recurrió aquella decisión.
