El encuentro entre la presidenta suspendida del Parlament de Catalunya y presidenta de Junts, Laura Borràs, y el presidente de ERC, Oriol Junqueras, en las puertas del juzgado de Montpeller, donde se celebró el martes el juicio a cuatro ayuntamientos de la Catalunya del Norte por haber modificado el reglamento para permitir el uso del catalán en los plenos municipales, fue frío.
Las declaraciones previas de Junqueras sobre el caso Borràs, «no es bueno para el independentismo que pueda decirse que dentro hay corrupción», no propiciaban calidez en el encuentro. Al verla, el republicano dijo: «¿Qué tal, chica?», y Borràs le explicó que estaba resfriada, y poco más.
Aparte de Borràs y Junqueras, al juicio también acudió la líder de la CUP en el Parlament, Dolors Sabater, y el exconseller de Cultura de la Generalitat de Catalunya, exiliado en Bélgica, Lluís Puig. Todos menos Junqueras se quedaron al juicio, el republicano sólo hizo acto de presencia a las puertas del juzgado y cuando empezó el juicio se largó.
El momento que más llamó la atención del tenso encuentro fue cuando los medios de comunicación desplazados a los juzgados de Montpeller preguntaron quién haría declaraciones primero, ¿Borràs o Junqueras?, y el líder de ERC respondió: “Adelante, presidenta”.
