El gobierno de la Generalitat ha aprobado este martes, en la reunión del Consejo Ejecutivo, la puesta en marcha de la compañía energética pública de Cataluña con la que pretende tener cierta influencia sobre el mercado eléctrico, a pesar de no actuar como una comercializadora de energía dirigida a particulares. Según ha anunciado la portavoz del ejecutivo catalán, Patrícia Plaja, la empresa se dirà «L’Energètica» y, próximamente, se nombrarà al presidente.
El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, y la consejera de Acción Climática, Teresa Jordà, ya explicaron en un reciente viaje a Nueva York que la energética se constituirá como sociedad de capital, anónima y unipersonal, con participación directa de la Generalitat, y que promoverá proyectos de autoconsumo o generación distribuida en todos los edificios públicos de la Generalitat. También podrá participar en un porcentaje de proyectos privados que cuenten con el visto bueno del territorio, e impulsará proyectos propios o compartidos con entidades locales.
La energética pública catalana, pues, no competirá con el resto de comercializadoras de España como ya explicó la directora general de Energía, Assumpta Farran, pero sí estará capacitada para suministrar energía a la propia Generalitat «a precios estables». El Govern aspira a integrar en esta compañía tres pequeñas centrales hidroeléctricas: la de Can Trinxet, en Sant Quirze de Besora (Osona), la de Cubia, en Ripoll (Ripollès), y la de Vilana, en Bescanó (Gironès).
