El candidato de Ciudadanos (Cs) el 12-M, Carlos Carrizosa, confía todavía en una «entrada inesperada» de su formación en el Parlamento después de las elecciones catalanas, a pesar del actual momento de debilidad. En un coloquio en el Nueva Economía Fórum, Carrizosa ha explicado que el punto de inflexión fue la marcha de Inés Arrimadas después de la victoria electoral de 2017, y ha apuntado que «no tendríamos que haber enviado a Inés Arrimadas a Madrid». De hecho, han pasado de ser primera fuerza hace siete años a prácticamente desaparecer del Parlamento, si se cumple la previsión de las encuestas.
Carrizosa ha detallado que entonces se pensó que era el momento de «desembarcar» en la capital española para cambiar el Gobierno del Estado, pero que se equivocaron. Además, ha admitido ahora, pasados los años, que el partido no supo administrar como tocaba la victoria electoral de 2017. Aquel triunfo, ha explicado, comprometía demasiado y no se supo detectar. Por eso el partido quiso trasladar el foco a Madrid, con la salida de Arrimadas de Cataluña para hacerla la cara visible de la formación en el Congreso, pero «mucha gente se sintió abandonada», ha detallado Carrizosa.
Consciente ahora del efecto que provocó la marcha de Arrimadas, el candidato de Ciudadanos se ha comprometido a hacer política solo en Cataluña y ha dicho que, pase lo que pase el 12-M, no hará política «en ningún otro lugar que no sea Cataluña». Sobre la cita electoral, Carrizosa cree que mucha gente se puede llevar una sorpresa con la formación naranja: «Las encuestas nunca nos han dado los resultados que hemos obtenido y esperamos volverlas a batir», ha asegurado. Para conseguirlo, Carrizosa llama a los votantes de 2017 que se han pasado a la abstención y también a los descontentos con PP y PSC para que no se dejen influir por unas encuestas que «pesan en el alma».
