Quim Torra reconoce en su libro “Les hores greus” que se empleó a fondo para que el empresario Roger Parellada cobrara los 35 millones de euros que el gobierno de la Generalitat le había adelantado para comprar en China mascarillas y material sanitario para hacer frente a la pandemia de la Covid. En los inicios de la pandemia, en marzo de 2020, el Instituto Catalán de la Salud (ICS), que dependía del consejero de Salud, Josep Maria Argimon, compró este material a la empresa Basic Devices, propiedad de Parellada, por valor de 35 millones de euros que pagó por adelantado. El Departamento de Economía y Finanzas que dirigía el vicepresidente del govern Pere Aragonès bloqueó el pago y presentó una denuncia por estafa ante los mossos d’esquadra pero la retiró tres días más tarde, después de las llamadas que le hizo Torra, según reconoce el propio ex presidente en su libro.
En la página 52 de “Las horas graves”, Torra explica: “Recibo un mensaje de Carola. Hay un grupo de empresarios catalanes que están realizando una gestión ‘delicada’ para fletar un avión desde Shanghái con material sanitario. La llamo. Me cuenta que se han puesto en contacto con ella para no comprometerme. Quieren a su país y están ayudando así. Informo al Dr. Argimon y le adelanto que le doy mi visto bueno y que firmaré lo que sea. La operación es de muchos millones de euros». Carola es Carola Miró, su esposa, que hace de puente entre los intereses de Parellada y él.
Las llamadas a Aragonès las hizo Torra el 21 y el 22 de marzo después de que su esposa le explicara que existían complicaciones en el cobro del dinero. El ICS había depositado los 35 millones en una cuenta del Banco de Sabadell pero estaban congelados porque los gestores de la Tesorería de la Generalitat consideraban que podía tratarse de un fraude. La empresa receptora de los 35 millones de euros, Basic Devices, no tenía ningún tipo de actividad conocida ni trabajadores en plantilla y está domiciliada en un piso vacío de Vilafranca del Penedès. La sospecha de Tesorería de la Generalitat es la que originó que el Departamento de Economía suspendiera el pago. Mientras, Parellada cosía a whatsapps y llamadas al secretario general de Economía, Albert Castellano, a quien responsabilizó de un gran número de muertos de catalanes si no desbloqueaba el dinero necesario para que saliera de Shanghai el avión con el material sanitario encargado.
“Hablo con Josep Maria Argimon. Me comenta que existe algún problema burocrático en el tema de Shanghái. Insisto en que firmaré lo que sea necesario, pero que llegue el avión. A Carola la siguen llamando esperando el visto bueno. Lo siento por la gente que incluso ha comprometido su dinero. Maldita burocracia», escribe Torra. “Llamo a Carola. Me dice que los empresarios la están persiguiendo porque no saben lo que pasa. Le comento que todavía estoy pendiente de Shanghái, aunque el vicepresidente me asegura que todo es correcto. Si falta ese avión, nos vamos a la mierda. ¡Llevamos tres días con este asunto!».
Finalmente, Torra convence a Aragonés para que desbloquee el pago. Parellada puede disponer de los 35 millones y en pocas horas el avión con el cargamento sanitario sale de Shanghái con destino a Barcelona. No se sabe qué comisión se quedó Parellada en esa operación. Se supone que podrá aclararse en la comisión de investigación creada en el Congreso de los Diputados sobre las compras polémicas de material sanitario vinculadas con los contratos sin concurso que realizaron las administraciones en la crisis de emergencia de la Covid. Parellada, Torra, Argimon, Miró y Aragonès tendrán, o tendrían, que comparecer para explicarlo, claro está.
El digital El Confidencial hizo un amplio seguimiento de esta operación. Ningún medio de comunicación catalán consideró que fuese de interés para la ciudadanía. Quim Torra ha reconocido en su dietario íntegramente todas las informaciones incluidas en aquella investigación periodística increíblemente ignorada.
