¿Por qué hay más lesionados ahora que años atrás en el Barça?

Gavi, treballant per superar la seva lesió

Las lesiones se han convertido en una especie de plaga en el Barça de Xavi desde hace bastantes meses, con una incidencia que podría considerarse alarmantemente elevada, al menos con respecto a temporadas anteriores. El caso es que, precisamente, el actual entrenador azulgrana aterrizó procedente de Catar con una idea muy clara sobre cómo proteger a la plantilla física y médicamente, imponiendo un cambio en la estructura de los servicios médicos, exigiendo el regreso del Dr. Ricard Pruna al primer equipo con la idea, como así ha sido, de elevarlo a jefe de los servicios médicos del club.

Desde entonces, la enfermería no ha hecho más que recibir a más pacientes y, en general, ha registrado un excedente de recaídas, algunas de un calibre desproporcionado, como es el caso de Pedri, desesperante para él, para el cuerpo técnico y para el resto del barcelonismo que, desde luego, echa mucho de menos esa pieza clave, al igual que a Gavi.

A propósito de los más jóvenes -debería ser un aviso y una alerta para Lamine Yamal-, el exdirector de metodología del Barça, Paco Seirul·lo, está presentando su libro (ADN Barça), que trata sobre su dilatada experiencia en el club, los progresos y las investigaciones aplicadas a un libro de estilo propio y muy personalizado sobre el delicado proceso de formación y de crecimiento de los cracks del fútbol base. El caso de Guardiola, por ejemplo, que llegó canijo y con dudas de los técnicos sobre si desarrollaría un cuerpo capaz de lidiar con las necesidades de la primera línea profesional, fue un éxito de Seirul·lo, que entró en su día por la puerta del balonmano contribuyendo decisivamente en la era dorada bajo la dirección de Valero Rivera.

A pesar de la demostrada eficacia y reconocimiento de su trabajo a lo largo de los años, desde que regresó Joan Laporta percibió cierto pasotismo y tomó una decisión: «Yo vi que no había mucho interés y les propuse que me dijeran lo que querían. Lo que querían era que me fuera. Y ya está».

Ahora retirado, advierte sobre lo que está pasando en el primer equipo y sobre la fragilidad de los jóvenes. Afirma que como Xavi no ha podido fichar los jugadores que de verdad quiere para jugar de una determinada forma «prefiere meter a los jóvenes y se le han lesionado enseguida, porque es un salto cualitativo demasiado rápido. Aunque estén bien, es la frecuencia. No es la intensidad ni las cosas que haces, sino la frecuencia. Es jugar tantos partidos. Para jugar un partido a la semana o cada 15 días, esos jugadores estarían más tranquilos. O jugar todas las semanas media parte. Pero no pueden jugar dos veces por semana casi todo el partido. Y no es sólo la musculatura -he explicado-, es todo. Son las estructuras ligamentosas, óseas… todo. No es que no las tengan, sino que les falta un tiempo de maduración. El desarrollo es el que tú haces al trabajar la musculatura, y la maduración es la evolución natural del cuerpo y de los músculos. La maduración es la palabra más apropiada. Es como la fruta. Imagínate que a un melón tienes que meterle cinco veces a la semana un chorro de agua para que crezca más. Se desnaturaliza el melón. La naturaleza hay que respetarla. A estos jugadores jóvenes les pasa un poco eso. Eso en la teoría. La práctica es estar encima de ellos y ver cómo son».

Seguramente son aspectos que se han pasado por alto, desatendiendo los consejos y el trabajo de esa área de Metodología que ha sido desmantelada por Laporta, de la misma forma que también invitó a marcharse al anterior jefe de los servicios médicos, Ramon Canal, otro de esos personajes históricos de un club en el que, por estadística, antes se registraban menos lesiones en todos los equipos profesionales.

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