Eduard Romeu también sale corriendo de la casa de los horrores de Laporta

Ante la perspectiva de otro cierre en rojo y el colapso económico que viene, el vicepresidente económico dimite y deja al presidente a merced de sus caprichos y compromisos inasumibles para la tesorería del Barça

Eduard Romeu i Joan Laporta - Foto: FC Barcelona

Es evidente, notorio y público que Eduard Romeu, hasta este jueves vicepresidente económico del FC Barcelona, no se enfrenta a ninguna incompatibilidad profesional ni personal que le pueda impedir el ejercicio de su cargo en la junta de Joan Laporta. Como siempre, el argumento en el que se ha envuelto otra sonada dimisión en la cada vez más escuálida y resentida estructura de gobierno azulgrana no es más que una pantalla, detrás de la cual Laporta ha tratado de ocultar un éxodo y una larguísima lista de deserciones de directivos y de ejecutivos huyendo de un núcleo duro en torno al presidente cada vez más tóxico, debilitado y acorralado por una situación económica y financiera insostenible y al borde del colapso.

La dimisión de Eduard Romeu se ha producido, y no es casualidad, después de cubrir una de las partidas de ingresos clave, como es la que se deriva de la clasificación del equipo para los cuartos de final de la Champions League, objetivo de mínimos que, desde hace años, se contempla dentro del presupuesto ordinario. A su entender, este era el fleco que le quedaba por cumplir dentro del presupuesto que responsablemente debía sostener un balance equilibrado con una estimación de un superávit de 8 millones. Otra cosa muy distinta, la razón por la que Romeu se va, son las partidas que no dependen estrictamente de las directrices del área económica o financiera, completamente desviadas y descontroladas por la mala gestión del ticketing, los fichajes -o sea, los compromisos adquiridos que aún no han sido desvelados-, los arreglos con agentes/amiguetes, la frustrada y frustrante operación de Barça Studios, y los gastos que, por voluntad de Laporta, siguen disparados y haciendo imposible que se cumplan las previsiones.

Según las fuentes, las estimaciones apuntan a un déficit entre 100 millones o 300 millones, este segundo supuesto, en el caso de que el auditor decida aplicar las provisiones negativas por la descapitalización de Barça Studios. Romeu no quiere volver a ser, como hasta, ahora el muñeco útil de Laporta a la hora de salir a sofocar los incendios y atrocidades económicas cometidas desde el 7 de marzo de 2021.

Desde entonces, Eduard Romeu ha pasado por diferentes estadios, empezando por ser el testaferro de José Elías (Audax), avalador ocasional de Laporta in extremis a la hora de tomar posesión. No por ningún mérito -barcelonista o no-, Eduard Romeu fue designado vicepresidente económico. Cuando decayó la exigencia del aval, Romeu pactó con Laporta ser el muñeco de las mentiras que fuera necesario contar a la prensa a cambio de mantener el cargo y la silla en el palco, cargo que le ha venido de perlas cuando a Romeu lo han echado de Audax y se ha quedado en el paro a la hora de montar su propia consultora.

A la que ha hecho un cliente, un grupo médico asistencial, Eduard Romeu ha salido por piernas antes de enfrentarse a otro cierre de ejercicio en la casa de los horrores. Eso sí, guardando las formas y escenificando una despedida amistosa con mutuas palabras de elogio y de agradecimiento entre él y Laporta. El presidente se queda ahora solo con los suyos, ese camarote que no le rechista ni discute ningún capricho ni locura. Hasta la prensa seria, que ha cortado los directos para no participar más aún en la comedia, ha calificado de camama la rueda de prensa de este jueves por la mañana.

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