El Gobierno de la Generalitat ha hecho una oferta de última hora a los comunes para intentar llegar a un acuerdo alrededor del Hard Rock, el principal escollo de los presupuestos. El ejecutivo que lidera Pere Aragonès ha aceptado estudiar una moratoria de los macroproyectos que consumen más de 100 litros por persona mientras haya sequía, una propuesta de resolución de los comunes aprobada en el Parlament.
Aun así, el gobierno catalán cree que no afectará al Hard Rock porque el Camp de Tarragona no está en emergencia y todavía falta mucho tiempo para que se ponga en marcha. Por otro lado, el ejecutivo de Aragonès también se compromete a modificar los impuestos a los casinos antes de acabar la actual legislatura y hacer un decreto para planificar el juego.
Después de esta última propuesta, la Generalitat entiende que los comunes pueden avalar un pacto que permita, al menos, retirar su enmienda a la totalidad y facilitar que los presupuestos continúen su tramitación en el Parlamento catalán. Aun así, las fuentes consultadas de la Generalitat son poco optimistas teniendo en cuenta cómo han visto la actitud del grupo en las últimas horas. La votación de las enmiendas a la totalidad está prevista para este miércoles a primera hora de la tarde.
Las ofertas de Aragonès
El Gobierno de la Generalitat ya ofreció este martes a En Común Podem una batería de políticas de vivienda para intentar salvar los presupuestos, como 53 millones de euros para 550 nuevos pisos públicos para las mesas de emergencia o una regulación urgente del alquiler de temporada. En total, contempla 100 millones de euros de inversión directa añadida en este ámbito.
Según el ejecutivo catalán, también ha planteado 33 millones de euros en becas comedor, 67 millones para la gratuidad de la educación infantil 2 y 30 millones más para reformas y mejoras en centros docentes. Además, contempla incrementar un 85%, hasta los 24,7 millones, la partida a la salud bucodental y destinar 212 millones durante este año a un «despliegue efectivo y territorial» de la Agencia de Salud Pública de Cataluña, orientada a políticas de salud ambiental, salud física y emocional, salud comunitaria y lucha contra la obesidad infantil.
Por otro lado, en el ámbito energético, el gobierno de Aragonès ofrece 23 millones de euros para condonar la deuda contraída entre 2021 y 2023 por familias en situación de vulnerabilidad, y en materia de turismo, propone incrementar el impuesto sobre los cruceros, pasando de 3 a 4,5 euros en las estancias de corta duración (inferiores a 12 horas).
Todos los escenarios abiertos
Sin unos nuevos presupuestos para 2024, en la Generalitat no se descarta ningún escenario. Ya hace días que el ejecutivo catalán avisa que, si los comunes tumban las cuentas, «habrá consecuencias», y todo apunta a que ERC podría negarse a aprobar los Presupuestos Generales del Estado (PGE).
Así mismo, entre las filas de los republicanos también aumenta el debate sobre qué hacer en Cataluña. Por un lado, el gobierno de Aragonès puede mantener la prórroga presupuestaria e intentar negociar partidas concretas para ampliar las cuentas de 2023, a pesar de que con poco margen. Sin embargo, cada vez hay más voces que estudian el escenario de un adelanto electoral en Cataluña.
Varias fuentes consultadas de ERC sostienen que, en caso de tumbarse los presupuestos, habrá que valorar si merece la pena «aguantar» hasta el final de la legislatura, o bien avanzar las elecciones. En este sentido, ya hay dirigentes que estudian si, en el caso de avanzarlas, es mejor ir a las urnas inmediatamente, es decir, antes de las europeas, o esperar a otoño.
