El fenómeno de Sílvia Orriols, la alcaldesa de Ripoll (Girona) que ha hecho hueco con su campaña contra la inmigración, preocupa la cúpula de JxCat, que ve peligrar el granero de votos que tiene en los sectores nacionalistas más conservadores. La posibilidad de que la Aliança Catalana de Sílvia Orriols acabe presentándose a las próximas elecciones autonómicas ha hecho saltar las alarmas.
De aquí que el partido de Laura Borràs y Jordi Turull haya aprovechado las últimas negociaciones con el PSOE para conseguir la promesa de la transferencia en Cataluña de más competencias en materia de inmigración. La traducción concreta de este acuerdo ya veremos como acaba, pero, de momento, JxCat ha conseguido asociar sus siglas al debate sobre las políticas migratorias, en línea con los partidos de extrema derecha que están proliferando en la Unión Europea.
