Más democracia para derrotar a la extrema derecha y al independentismo radical

En los últimos años somos muchos los que nos preguntamos qué podemos hacer para derrotar electoralmente a la extrema derecha y al independentismo radical. Los que somos verdaderamente demócratas sólo tenemos un camino: más democracia. Pero la democracia necesaria es una democracia que explique y presente la verdad de los hechos, desenmascare a la mentira y la falsedad, que haya claridad y transparencia en las propuestas políticas. Contra la imposición de normas que excluyen, imponen y dividen, la verdadera democracia ofrece compartir la sociedad en la que todos vivimos, trabajamos y luchamos por una vida digna y de progreso. Esa democracia que puede tener la fuerza política y social se obtiene con claridad, transparencia y unión.

Hay motivos razonables para creer que la decisión de los jueces y sentencias emitidas contra el independentismo catalán tiene a su lado la ley y también la lógica de las naciones modernas. Pero existe una diferencia entre los argumentos jurídicamente legales y los políticamente sabios. El árbitro que establece lo que dice y significa la ley son los jueces. Pero por otro lado, la política inteligente implica convencer al electorado de que la verdad es el único camino por progresar y que los actos políticos fundamentados en mentiras sólo dividen, separan e impiden las positivas consecuencias de la unión y los acuerdos de convivencia entre personas que piensan diferente. Hay que explicar que los recursos públicos (dinero, funcionarios e instituciones) no pueden estar al servicio de un partido o sector social y que son patrimonio de todos.

Susana Alonso

Si analizamos la cuestión de si las sentencias ante los tribunales españoles o europeos sirven para derrotar a la extrema derecha ya los secesionistas, veremos que lo importante no es tanto el resultado jurídico, como el entender que las doctrinas reaccionarias y secesionistas difícilmente serán bienvenidas por los liberales, gente de izquierdas y progresistas. La Justicia y las sentencias jurídicas son por definición coactivas y no siempre serán aceptadas de buen grado por quienes salgan perjudicados. Lo que si todo el mundo puede entender es que, más allá del odio y los resentimientos de la extrema derecha y el independentismo radical tanto español como catalán, es mejor una tierra compartida que dividida y enfrentada.

La doctrina de los derechos de los estados en el caso de la extrema derecha o de una eventual República Catalana Independiente ha sido utilizada a menudo para limitar los derechos civiles, el uso del catalán o el castellano y para imponer ciertos privilegios sociales. La pregunta crucial es si la extrema derecha o el independentismo catalán puede llevarnos a un fortalecimiento de Cataluña, España y Europa tanto desde la perspectiva territorial como desde la de los derechos sociales, la seguridad a nivel internacional y la globalización.

Los grandes retos que tenemos en Cataluña tanto los ecológicos (sequía y dependencia energética) como la educación o la sanidad, no pueden resolverse desde la división y el enfrentamiento. Sólo hay un camino: compartir y llegar a acuerdos políticos lo más transversales posibles. Ante estas realidades y retos, la vía jurídica no es suficiente para resolverlos si antes no existe unión y acuerdo político. Es necesaria más democracia, transparencia y claridad con debates políticos abiertos y verificables desde la libertad y la verdad, que por cierto siempre van de la mano.

Los referendos hoy en día no sirven para resolver situaciones complejas y enquistadas desde décadas. Pero los referendos son extraordinariamente útiles como herramienta habitual en la gobernanza del día a día y siempre que permita la posibilidad de que una decisión tomada por vía referendo se cambie al comprobar que los resultados obtenidos no son los esperados inicialmente. La utilización de los referendos es habitual en Suiza, aparte de que los ciudadanos suizos pueden proponer cambios en la constitución y pedir votaciones sobre temas específicos a través de un proceso conocido como «iniciativa popular». En Irlanda se hicieron referendos sobre el matrimonio igualitario y la liberalización del aborto. Italia ha realizado varios referendos a lo largo de los años, abordando temas como la reforma constitucional, la energía nuclear y otros asuntos importantes. En Estados Unidos tienen un sistema de democracia directa relativamente robusto. Concretamente, los estados de California y Oregón permiten a sus ciudadanos participar en la toma de decisiones a través de la iniciativa popular y el referendo.

En definitiva, podemos decir que sólo con más democracia desde la libertad y la verdad se pueden resolver los numerosos e importantes problemas sociopolíticos que se ciernen sobre las sociedades modernas. La pregunta es si en Catalunya, España y Europa seremos capaces de dotarnos de la democracia que necesitamos.

(Visited 80 times, 1 visits today)
Facebook
Twitter
WhatsApp

HOY DESTACAMOS

Deja un comentario