El presidente de la Generalitat de Catalunya, Pere Aragonès, ha anunciado que convocará a los grupos parlamentarios para abordar los «resultados malos» de PISA, buscar «consenso y estabilidad», e impulsar «cambios valientes» en la educación. Así lo ha anunciado durante el pleno de este miércoles en la cámara catalana, en el cual ha asumido «toda la responsabilidad» de los resultados del informe PISA.
Aragonès ha defendido la necesidad de «hacer política educativa» y ha pedido al resto de partidos trabajar «conjuntamente» porque «los resultados serán mejores, más estables y consolidados en el tiempo». En este sentido, el presidente del gobierno catalán ha reiterado que la educación no es solo una «prioridad» del Departamento de Educación o de su consejera, Anna Simó, sino del conjunto del ejecutivo y de él mismo como presidente. Además, se ha mostrado «convencido» de que también es la prioridad del conjunto del Parlamento catalán.
Los grupos de la oposición han confirmado su asistencia a la reunión convocada por Aragonès, pero la mayoría coinciden en que el gobierno catalán ha ido «tarde» en su reacción y se muestran escépticos sobre los resultados que pueda dar esta cumbre sobre educación. Después de la intervención del presidente de la Generalitat en el Parlament, el jefe de la oposición, Salvador Illa (PSC), ha advertido de que no puede haber «ni autocomplacencia, ni excusas, ni se puede esconder la cabeza bajo el ala». Por su parte, Albert Batet, de Junts, ha reclamado «un acuerdo de país serio» con medidas estructurales «continuadas». Vox ha sido el único grupo que ha evitado confirmar su asistencia.
