El sector de los vehículos de transporte con conductor (VTC) se ha manifestado este martes con una marcha lenta en Barcelona para denunciar que la nueva ley de transporte que pretende impulsar al Gobierno de la Generalitat pone en riesgo a 3.000 trabajadores.
Los manifestantes, que se han desplazado desde la calle Aragó hasta la sede del Departamento de Territorio ocupando tres carriles, reclaman una moratoria que les permita seguir trabajando en la ciudad y que se eliminen las restricciones.
«No entendemos la nueva norma, es ilógica, puesto que el sector funciona, es demandado y da un servicio», ha lamentado José Maria Cazallas, secretario del Sindicato Libre de Transporte, según recoge el ACN.
«Con la nueva regulación, un 80% de los coches no podrán seguir trabajando porque las licencias urbanas que darán son muy restrictivas», ha asegurado Cazallas, quien también ha añadido que ello supondrá que «muchas empresas cierren o detengan el servicio» en la ciudad en Barcelona. «Si cada licencia emplea a dos conductores, y la empresa cierra, esto supone que dejarán de trabajar», ha apuntado.
El sector también ha denunciado «el acoso constante» por parte de las autoridades y la Guardia Urbana, que asegura que «les paran incluso con viajeros dentro de los vehículos». «Trabajar supone un estrés provocado de forma artificial por la propia administración», se ha quejado el representante sindical.
